REVISITA Semana del 8 al 14 de Mayo 2023 – 4 MIN
Lección Nº 9: Usar bien las ayudas visuales.
Texto: Apocalipsis 21:3,4.
Marco de Circunstancias: Predicando de casa en casa.
A – Buenos días Israel, me alegra volver a encontrarte en casa, ¿cómo estás?
B – Muy bien Alberto, te estaba esperando, ¿cómo estás?
A – Genial, gracias. Pues vamos a ser breves como fuimos la última vez, así fue como quedamos. Hablamos un poco de que si leemos la Biblia podríamos llegar a la conclusión de que puede ser útil.
B – Sí, la verdad que te dije que no me servía para nada cuando ni la he leído. Y he reflexionado en ello, realmente no sé que promesas hace la Biblia o cómo me pueda dar esperanza leer la Biblia.
A – La Biblia nos promete muchas cosas bonitas que si las leyeras todas ahora mismo me dirías que eso es imposible o que es un cuento.
B – Bueno, prueba a ver… luego me argumentas como la semana pasada…
A – Muy bien, pues vamos a leer un texto… es Apocalipsis 21:3 y 4… si quieres puedes leer el versículo 3, hacemos una pausa, lo comentamos, y luego leo yo el versículo 4…
B – Vale, muy bien, ¿lo tienes?
A – Sí… mira…
B – Dice… “Luego oí una voz fuerte que salía del trono y decía: “¡Mira!” La tienda de Dios está con la humanidad. Él residirá con ellos y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos.
A – Perfecto, gracias por la lectura… vamos a imaginarnos la escena… hoy el día está soleado, imagínate que de repente escuchas una voz que proviene del cielo que dice esto… y ves un trono celestial deslumbrante que se queda ahí, en el horizonte, como si nos estuviera observando y no se va…
B – Vale, me podría hacer una idea…
A – Ahora el versículo 4 dice… “Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido”. Traigo conmigo este folleto “Escuche a Dios y vivirá para siempre”, mira en su lección número 10, ¿esta ilustración refleja lo que acabamos de leer?
B – Pues sí, a la perfección de hecho, hay cosas que no sé interpretarlas… pero ahí se ve el trono, con Dios, y se ve que las personas de aquí son felices, desde luego no como ahora…
A – Muy bien, se ven felices, no hay llanto, ni dolor, ni lágrimas, podríamos decir que no se ve muerte sino todo felicidad y vida…
B – Sí, así es.
A – ¿Te ves viviendo de esa forma en un futuro no tan lejano?
B – Mira a nuestro alrededor Alberto, es imposible, sería fantástico y genial… ¿pero ¿quién va a solucionar todo esto, todo el desastre que hay ahora?
A – ¿Y si te digo que esa pregunta también la responde la Biblia?
B – Pues te digo que me tendrás que dar la respuesta.
A – Y así lo haremos, de hecho, la próxima semana, si quieres, como hemos hecho estas dos anteriores, vemos ¿qué nos ayudará a entender la Biblia?
B – Claro, te espero aquí como hoy, me está gustando hablar contigo y hablar de la Biblia.
A – Muy bien, pero antes de irme, como la semana pasada, me gustaría que reflexionaras durante la semana en lo que acabamos de hablar… figúrate a ti y tu familia… en una salida al campo, o al monte… o de vacaciones en un lugar tranquilo donde solo estés tú, tu mujer y tus dos hijos… tú estás como en una posición elevada y tú mujer está jugando con tus dos hijos… no es cierto, que estás alegre viendo la escena y en cierto modo controlando que todo sea perfecto y que no se hagan daño, no se caigan, no pase nada malo sino que sigan disfrutando así…
B – Haría todo lo posible porque sea así, su felicidad es mi felicidad, y haría todo lo que esté en mi poder para prolongar ese buen momento… claro que sí, todo padre querría lo mismo, ¿no, Alberto?
A – Pues eso mismo es lo que quiere ver nuestro Padre celestial Jehová, es decir, Dios, y su poder es mucho más amplio e infinito que el nuestro. Así que Él, si puede hacer que ese momento sea eterno y que no nos pase nada malo… nos vemos la próxima semana Israel.