REVISITA Semana del 12 al 18 de Junio 2023 – 3 MIN
Lección Nº 17: Hablar con sencillez.
Texto: Apocalipsis 21:3,4.
Marco de Circunstancias: Predicando de casa en casa.
A – Buenas tardes Ismael, me alegra que podamos volver a hablar un ratito.
B – Sí, como no, el otro día tuvimos una conversación muy amena.
A – Pues mire, hoy intentaremos que sea aún más, porque vamos a ver qué promesas nos hace la Biblia, entre otras muchas, las cuáles nos dan esperanza y nos dan ese consuelo y fuerza que necesitamos para seguir adelante al saber que nos espera algo mejor en el futuro… ¿le gustaría leerlo usted directamente de la Biblia?
B – Sí, claro…
A – Le busco el pasaje bíblico, es Apocalipsis 21:3,4… mire…
B – Dice… “Luego oí una voz fuerte que salía del trono y decía: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad. Él residirá con ellos y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido”.
A – Muchas gracias por la lectura, pues vemos, que la primera idea con la que empieza estos dos textos es que la tienda de Dios estará con nosotros, muy presente y podremos incluso vislumbrarla… si estamos bajo la presencia de Dios, que como vimos la semana pasada es amor y nos ama… ¿crees que esas promesas serán posibles?
B – Hombre Alberto, Dios es el único que tendría el poder de hacerlo… y por otro lado, creo que sería diferente… porque ahora es muy difícil, por lo menos para mi, creer en Dios porque no lo veo ni siento que esté presente… si en el horizonte o donde sea se puede sentir que está ahí, si me transmitiría la confianza para volver a creer en él…
A – Le entiendo perfectamente… es como el aire, ¿no? No lo vemos, pero está ahí, y lo sabemos porque podemos respirar, por lo que lo podemos sentir… a Dios no lo vemos, pero también lo podemos sentir…
B – Perdona que te interrumpa Alberto, pero ¿cómo podemos sentirlo? El aire no lo vemos, pero tú lo has dicho, podemos vivir…
A – Para sentir el aire entrar en nuestros pulmones tenemos que hacer el acto de la respiración, ¿no? Inspirar y expirar… Pues para sentir a Dios, tenemos que abrir nuestro corazón y mente, y orarle… es así como podremos sentirlo, pero claro… eso implica demostrar fe en Dios, hacia su palabra, hacia sus promesas como las que hemos leído ahora… la muerte no existirá más, no habrá dolor, sufrimiento, lágrimas de pena o tristeza… ¿crees en estas promesas?
B – Me resulta difícil Alberto la verdad…
A – Pues si es así, si no tienes fe en esas palabras, es difícil que puedas sentir a Dios… Pero claro, entiendo que te resulte difícil creer en lo que acabas de leer viendo como están las cosas, para mí también lo fue al principio… ¿qué te puede ayudar?
B – ¿Qué me puede ayudar Alberto, ¿qué te ayudó a ti? Quiero realmente creer en lo que acabo de leer…
A – Mira, a mí me ayudó en su momento una persona que me ayudó a estudiar la Biblia y saber de Dios… te quiero dejar esta publicación, que te va a ayudar a ti, es un folleto que se titula “Escuche a Dios y vivirá para siempre”. Su primera lección, te va a ayudar a saber cómo empezar a creer a Dios: “¿Cómo escuchamos a Dios?”. Te la dejo, le echas un ojo, y la próxima semana comentamos, y además respondemos otra pregunta como hoy: “¿Qué nos ayudará a entender la Biblia?”.
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