PRIMERA CONVERSACIÓN – 3 MIN
Lección Nº 10: Hablar con naturalidad.
Texto: Mateo 16:16.
Marco de Circunstancias: Predicando de casa en casa.
A – Buenos días, ¿cómo se encuentra?
B – Buenos días, muy bien, ¿y usted? ¿quién es?
A – Mi nombre es Alberto y soy vecino de la comunidad. Muy bien gracias, estamos a mediados de Abril, qué rápido pasa el tiempo, han pasado fechas especiales ¿no? ¿Es usted una persona religiosa?
B – La verdad es que no mucho, pero sí se que usted es testigo de Jehová, ¿cierto?
A – Sí, es cierto, soy testigo de Jehová, pero no solo nosotros creemos en Dios y en Jesús, de hecho, Jesús, ¿qué es para usted?
B – Pues según nos han enseñado nuestros padres desde pequeño, fue una persona que hizo muchos actos por todos los demás sin importar las consecuencias, de hecho, por eso mismo murió, ¿no es cierto?
A – Sí, es cierto, murió por todos nosotros, pero no porque no fuera responsable y esos actos que usted comenta fueran extremos o en contra de la ley de aquel momento, sino Jesús vino a la Tierra con un propósito muy claro y definido, y por eso estoy aquí hoy hablando un poquito de Jesús con sus vecinos, ¿quién cree usted que fue Jesús? Quizás usted quiera leer este texto bíblico que tengo aquí o se lo puedo leer yo…
B – No, está bien, yo lo leo… disculpe, dice: “Simón Pedro le contestó: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”.
A – Muchas gracias por la lectura, ahora una pregunta que seguramente tienes es: “¿por qué murió Jesús si era el Hijo de Dios?” o más que porqué murió, te estarás pensando porque tuvo que morir de esa forma tan dolorosa…
B – Sí, acaso a Dios no le importaba ver sufrir así a su propio Hijo. Además, ahí en el texto que acabo de leer, dice del “Dios vivo”. Hoy muchas personas pensamos que está muerto y aún lo pienso, pero si en aquella época no era así, ¿por qué murió así? Podía haber fallecido por la vejez tranquilamente.
A – Es una gran reflexión, me gusta lo que planteas… vamos a poner una situación para pensar en ello… ¿eres padre?
B – No, aún no.
A – Bueno, en caso de que fueras padre, te gustaría estar cerca de tus hijos ¿no? O, sin ir más lejos, ¿te gustaría siempre estar cerca de tu familia?
B – Sí, la familia siempre debería estar más o menos unida, se suele separar pues por otras razones, como ir en busca de trabajo o ya cuando los hijos hacen su propia vida, pero en ese periodo estarán juntos con su familia más cercana.
A – Pues si el hijo de Dios estaba con Dios en el cielo, ¿para qué lo envió Dios lejos? Y sobre todo, sabiendo que iba a morir y dolorosamente, es Dios, sabía lo que iba a pasar… Tú mismo lo has dicho…
B – Tenía otra razón, una razón por la que venir a la tierra y ser una persona como nosotros, pero, ¿cuál es?
A – Te voy a dejar con la intriga, te parece y lo vemos la próxima semana ¿en un ratito como éste?
B – Me parece bien, te dejo mi número si quieres y me avisas antes de venir por si no estoy…