Primera conversación (3 minutos) | Semana del 7 al 13 de Febrero 2022

Primera conversación (3 minutos). Con las ideas para conversar. Pregunta inicial: “¿Por qué sabemos que Dios se preocupa por cada uno de nosotros?”. Texto bíblico: Mateo 10:29-31. Y la pregunta pendiente “¿Cómo nos ayuda Dios a sobrellevar nuestros problemas?”. Hay que vencer una objeción.

La lección a trabajar es la 3 con el tema: “Hacer preguntas”. Esto lo logramos captando el interés y manteniéndolo, razonar sobre el tema y destacar los puntos importantes.

Marco de circunstancias: En el trabajo, escuela o en la calle vemos una persona afectada emocionalmente y la abordamos.

Objeción: Si Dios realmente existiera, no estaría pasando por lo que estoy pasando ahora.

(P) Buenos días. Me llamo Alberto, ¿se encuentra bien?

(A) Buenos días. Lo cierto es que no mucho. Es todo este tema de la pandemia, me está provocando muchos problemas en casa.

(P) Entiendo, todos estamos sufriendo de una forma u otra, no está siendo nada fácil vivir en estos días, pero vendrán días mejores… ¿cómo se llama?

(A) Me llamo Juan. Espero que vengan tiempos mejores, porque ya estoy al límite.

(P) Le comprendo. Dios nos promete un futuro mejor porque se preocupa por cada uno de nosotros.

(A) Discúlpeme, pero Dios no existe. Si existiese, esto no estaría ocurriendo… ¿acaso no era un Dios bueno que quiere lo mejor para nosotros?

(P) Y así es. Es tan bueno con nosotros que fíjese lo que dice en Mateo 10:29-31: “Se venden dos gorriones por una moneda de poco valor, ¿no es cierto? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que su Padre lo sepa. Pero, en el caso de ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. Así que no tengan miedo. Ustedes valen más que muchos gorriones.”. Dios tiene contado nuestros pelos, hasta ese punto se preocupa por nosotros.

(A) Pues en mi caso no creo que sepa cuántos tengo, porque por mí no se preocupa mucho.

(P) ¿Usted ha leído alguna vez la Biblia?

(A) Lo cierto es que no.

(P) La Biblia, sabe que nos la ha dejado Dios, ¿no?

(A) Sí, eso dicen.

(P) La Biblia es un libro al que no se le asemeja ningún otro, escrito hace miles de años por escritores inspirados en lo que Dios quería que se escribiese para nosotros y que aún se sigue usando hoy día, ¿sabe por qué se sigue usando hoy día?

(A) ¿Por qué?

(P) Por que contiene muchos consejos que nos ayudan con los problemas actuales. Además de profecías y promesas futuras que nos ha hecho Dios. Y otras que se están cumpliendo ahora mismo.

(A) ¿Sí? Pero eso es muy simbólico y cada uno lo interpreta a su forma…

(P) Es posible que pueda parecer así y lo comprendo. Vamos a poner un ejemplo, en relación con el texto que leímos… ¿nuestros padres no nos daban consejos cuando éramos jóvenes?

(A) Sí.

(P) ¿Y siempre lo interpretabas de la forma en la que tu padre quería?

(A) Ahí me has pillado… cuando era joven posiblemente no, después fui entendiéndolo mejor y ya fui haciendo más caso a sus consejos…

(P) Muy bien. Pues lo mismo ocurre en cierto modo con nuestro Padre celestial, Dios. Él nos da consejos porque como padre quiere lo mejor para nosotros, pero si nosotros no hacemos caso, o hacemos lo que queremos o no nos acercamos a nuestro padre, ¿servirían de mucho?

(A) Pues no.

(P) Entonces, queda claro que si no nos acercamos a Dios, estudiamos su palabra la Biblia y conocemos los consejos que nos da… y lo más importante, los ponemos en práctica… de poco servirán que estén escritos ahí, ¿no?

(A) Sí, es lógico… yo nunca la he leído, puede que tenga un poco de culpa respecto a eso.

(P) Para entender mejor a nuestro Padre celestial, tenemos que conocerlo y eso se consigue leyendo la Biblia… quiere que hablemos otro día sobre ¿cómo específicamente Dios nos ayuda a sobrellevar nuestros problemas?

(A) Vale, te dejo mi número de contacto…