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Querido vecino,
Mi nombre es Alberto y vivimos a escasas calles de la erupción del volcán. La vida nos ha cambiado en cuestión de horas cuando nadie esperaba algo así.
En las noticias vemos como ocurren desgracias relacionadas con las lluvias, fuertes nevadas y desastres naturales por el estilo. ¿Pero la erupción de un volcán?
Muchos de nuestros queridos vecinos han perdido sus casas que tanto trabajo y esfuerzo han dedicado a lo largo de su vida. La incertidumbre de lo que pasará ahora es muy grande y no sabemos hasta qué punto serán los efectos colaterales.
Dicen que desastres naturales de este tipo viene de repente y sin previo aviso. Y lo estamos viviendo.
Por favor, lea y comparta estas palabras que a mi me está ayudando mucho a sobrellevar esta situación, se encuentran en el Salmo 46:1,2, dice:
“Dios es para nosotros refugio y nuestra fuerza, una ayuda siempre disponible en tiempos de angustia. Por eso no tendremos miedo aunque la tierra sufra cambios, aunque las montañas se hundan en las profundidades del mar”. – Salmo 46:1,2.
Sé que el miedo ahora mismo está muy presente. Pero debemos confiar en Dios de que las cosas saldrán adelante y se solucionarán. Porque Él, Dios, siempre nos dará las fuerzas que necesitemos para aguantar, no importa lo que ocurra.
Como muchos de nuestros vecinos, estoy a su disposición por lo que pueda necesitar.
Saludos cordiales,
Alberto.
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