Busquemos Perlas Escondidas | Semana del 13 al 19 de Diciembre de 2021

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    SJ
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    BUSQUEMOS PERLAS ESCONDIDAS: Jueces 8,9

     

    Recordemos hermanos y hermanas, una buena práctica a tener en cuenta con las perlas escondidas para el beneficio de toda la congregación. Y es que los comentarios no superen los 30 segundos de extensión. De esta forma, daremos la oportunidad a muchos más hermanos de comentar sus perlas que con tanto trabajo se han preparado.

     

    ¿Adoró Gedeón el efod que hizo?

     

    Jueces 8:27: “Gedeón usó aquel oro para hacer un efod y luego lo exhibió en su ciudad, Ofrá. Allí todo Israel se prostituyó espiritualmente con el efod, y este se convirtió en una trampa para Gedeón y los de su casa.”

     

    RESPUESTA:

     

    No. De hecho, las intenciones de Gedeón fueron buenas y pretendía conceder el mérito de la victoria a Jehová. Sin embargo, los israelitas adoraron a este efod y se convirtieron en culpables de inmoralidad. No así Gedeón, que como dice Pablo, se encuentra entre los grandes fieles testigos de Jehová de tiempos precristiano.

     

    ¿Qué perlas espirituales ha encontrado sobre Jehová, el ministerio y otros temas en la lectura bíblica de esta semana?

     

    1) Jueces 8:1-3. En estos versículos podemos notar la recriminación injustificada que le hicieron a Gedeón que tanto había hecho. Aprendemos que tenemos que ser empáticos y ponernos en el lugar de la otra persona, no solo velar por nuestros intereses porque desconocemos las circunstancias de la otra persona y todo lo que ha hecho bien.

     

    2) Jueces 8:4. Aún estando cansados, siguieron persiguiendo al enemigo. El cansancio es algo natural en nuestra condición de humanos imperfectos. Y es bueno de vez en cuando parar y tomar fuerzas. Pero no paremos de perseverar en nuestro servicio, estamos en los últimos días y es ahora cuando lo debemos dar todo. Cuando llegue el paraíso tendremos mucho tiempo para descansar y disfrutar.

     

    3) Jueces 8:6. Los principios de Sucot se negaron a ayudar a los hombres cansados de Gedeón. El pueblo de Dios es muy diferente, y siempre tenemos que estar dispuestos a ayudarnos entre nosotros. Sobre todo más cuando se nos pide ayuda. Si lo han hecho, que no es fácil pedir ayuda, es porque de verdad se necesita y debemos cuidar en estas situaciones aún más a nuestros hermanos, ellos harán lo mismo con nosotros.

     

    4) Jueces 8:20. Tener miedo por ser joven para hacer algo o llevar una responsabilidad en la congregación es normal. No debemos presionar a nuestros jóvenes para llevar más responsabilidades si no están preparados, hemos de darles tiempo, que se cualifiquen y den ellos el paso cuando estén listos.

     

    5) Jueces 8:27. Haciendo una comparación con este versículo. En nuestra propia casa también podemos tener objetos o herramientas que puedan constituir una trampa para nosotros y nuestra familia. La más clara es internet, pero también videoconsolas con ciertos juegos y otra serie de objetos que si no les damos un buen uso siguiendo las normas bíblicas se pueden convertir en una trampa en nuestra adoración pura.

     

    6) Jueces 8:33-35. Cuando Gedeón murió, los israelitas volvieron a olvidarse de Dios. Aunque cada persona es quién decide si servir a Dios o no. Un cometido de los padres hacia sus hijos es enseñarles de Jehová y de todo lo bueno que ha hecho. De forma que cultiven su amor propio y relación con Dios para cuando ellos ya no estén.

     

    7) Jueces 9:18. “Simplemente porque es hermano de ustedes”. Solo por esa razón, se produjo ese hecho que leemos en el relato que condenó Jehová. Por encima de nuestras relaciones familiares, espirituales o de amistad, se encuentra nuestra relación con Dios. Y no debemos ponerla en riesgo haciendo algo que vaya en contra de sus normas divinas, aunque sea por un hermano.

     

    8) jueces 9:22 en adelante. Abimélec gobernó por tres años. Pero después de esos años hubo enemistad y lo traicionaron. Podremos ser, nosotros, objeto de injusticias en este sistema por parte de cualquier persona u organismo, y pueden pasar años. Pero la justicia de Dios siempre estará presente y pedirá cuentas a nuestros opresores por las injusticias sufridas.

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