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    TESOROS DE LA BIBLIA: “¿Qué pueden aprender los padres del ejemplo de Manóah y su esposa?”

     

    Manóah y su esposa fueron unos padres singulares que tuvieron un hijo por voluntad divina ya que era estéril con un objetivo muy específico y que era volver a salvar al pueblo de Dios, Israel de la opresión de los filisteos tras haber dado la espalda nuevamente a Jehová.

     

    Es por ello que son unos padres peculiares en el sentido de que su hijo fue destinado a ser nazareno antes incluso de haber nacido. El nazareato tenía dos formas, uno que era voluntario por un periodo determinado y otro elegido por Dios desde nacimiento que tenía una serie de restricciones mayores que el voluntario.

     

    Posiblemente, y como vemos en la lectura semana de Jueces de esta semana. Los padres de Sansón no entendían muchos aspectos de la vida de su hijo en su servicio sagrado a Jehová durante toda su vida. Es por esto mismo, que suponen un ejemplo perfecto a los padres para instruir a sus hijos dentro de la voluntad y obra de nuestro Señor Jehová.

     

    Los padres actuales no están solos para esta instrucción, sino que cuentan con toda la congregación que aportará su granito de arena además de las cientos de herramientas que nos provee el esclavo fiel y prudente por medio de nuestra organización mundial terrestre.

     

    Los padres tienen que suponer un ejemplo, el espejo donde mirarse sus hijos. Esta forma, es la mejor manera que los hijos luchen contra la corrupción y enseñanzas falsas de esta sociedad que les enseñan en las escuelas y por el comportamiento de otros niños. Si ven nuestro ejemplo, nuestra forma de hablar, nuestra forma de comportarnos, cómo destinamos nuestro tiempo, qué ponemos en primer lugar… será una base fundamental para que cuando son más pequeños absorban toda esa información y luchen contra el Feedback negativo que ven fuera de nuestro hogar cristiano.

     

    Recordemos que desviarse de la verdad es muy fácil, lo difícil es no hacerlo. Leamos Jueces 13:1,2:

     

    “Los israelitas volvieron a hacer lo que estaba mal a los ojos de Jehová. Así que Jehová los abandonó en manos de los filisteos por 40 años.2En ese tiempo vivió cierto hombre llamado Manóah, que era de Zorá, de la familia de los danitas. Su esposa era estéril y no tenía hijos.”

     

    Decimos que es fácil desviarse de la verdad porque pasamos más tiempo en el mundo del que nos gustaría y menos en actividades espirituales. Un ejemplo muy sencillo es la típica y famosa frase que se dice que: “los profesores conocen mejor a nuestros hijos que los propios padres”. Esto no debería ser así, y menos cuando no comparten nuestros valores cristianos.

     

    Mucho peor cuando son pequeños porque son libros en blanco que van recopilando y escribiendo en su mente y corazón lo que van aprendiendo de los demás. Por eso, nuestro ejemplo, nuestro espejo donde mirarse debe ser sólido para que desde pequeño escriban en sus corazones y mentes bases y fundamentos bíblicos sólidos que los ayude a contrarrestar todos los estímulos negativos que vienen del mundo.

     

    Leamos ahora el versículo 6 de Jueces y también el 8.

     

    “Entonces la mujer fue y se lo contó a su esposo. Le dijo: “Un hombre del Dios verdadero vino a verme. Su aspecto era muy impresionante, parecía un ángel del Dios verdadero. No le pregunté de dónde venía, y él no me dijo su nombre.”

     

    Y el versículo 8 dice:

     

    “Manóah le suplicó a Jehová: “Perdón, Jehová, pero, por favor, que el hombre del Dios verdadero que acabas de enviar venga otra vez para que nos explique lo que debemos hacer con el niño que va a nacer”.

     

    Claro, el estrés de la vida diaria puede llevar a muchos padres a que tengan que trabajar y no poder compartir más tiempo del que hacen los profesores, por ejemplo. Tenemos que trabajar para llevar nuestro sustento a casa, y esto nos aleja de nuestros hijos.

     

    Nos quita tiempo con ellos, tiempo del que podríamos estar hablando de Jehová Dios y de todo lo bueno que hace por nosotros y de su pueblo. Además, puede darse la circunstancia que cuando llegamos del trabajo a casa estamos tan cansados que ni siquiera pasamos tiempo para estar con nuestros hijos.

     

    ¿Qué es lo que debemos hacer? Lo hemos leído en estos dos versículos. Vimos que Manóah buscó a este ángel de Jehová para asegurarse de lo que iba a ocurrir y de lo que debían hacer. Estaban muy orgullosos de que Jehová le diera esta oportunidad, este hijo, y ahora querían hacer tal como Dios quería.

     

    De la misma forma, los padres cristianos actuales deben buscar guía en la Biblia sobre cómo educar a sus hijos y cómo sacar tiempo para estar en familia con ellos, sobre sus compañías cristianas, sus actividades extracurriculares, sus actividades espirituales, etc. La Biblia nos da consejos para cada una de las facetas de nuestros hijos y para que desde pequeño vayan construyendo su relación de amor sincero con Jehová para que dediquen su vida a Él.

     

    Porque ellos mismos llegarán a la conclusión de que esta es la verdad, y no solamente porque sus padres se lo dicen, sino porque se lo han demostrado y ellos mismos lo han visto con los cumplimientos actuales y las bendiciones que Jehová les da.

     

    Es normal que estemos preocupados, estos padres también lo estaban. Manóah y es su esposa estaba muy preocupados sobre cuál era la crianza adecuada que le debían dar a su futuro hijo. Por eso, además de buscar la guía en la Biblia debemos imitar a Manóah como padres y rogar y orar a Jehová para que nos ayude en esta importante y muy difícil labor de ser padres en el actual sistema de Satanás.

     

    Mientras que los padres tienen su vida, una forma de verla y otra serie de preocupaciones. Nuestros hijos tienen las suyas propias, que bajo su punto de vista las ven tan importantes como las de sus padres. Y aunque los dos puntos de vistas no sean iguales, los padres tienen que ser flexibles, comprender el punto de vista de sus hijos, ponerse en lugar cuando eran jóvenes, pero también corregirlos en caso de que haya que hacerlo, como leemos en Jueces 14:1-4 cuando estos padres no entendían porqué Sansón quería a esta mujer filistea como su esposa.

     

    “Sansón entonces bajó a Timná y allí vio a una mujer filistea. Después subió adonde estaban sus padres y les dijo: “Vi en Timná a una filistea que me llamó la atención. Quiero que me la consigan para casarme con ella”. Pero sus padres le preguntaron: “¿Acaso no hay ninguna mujer entre tus parientes o en todo nuestro pueblo? ¿Por qué tienes que buscarte una esposa entre esos incircuncisos filisteos?”. Pero Sansón le dijo a su padre: “Consíguemela, porque ella es la adecuada para mí”. Sus padres no se daban cuenta de que esto venía de Jehová, quien estaba buscando una oportunidad para actuar contra los filisteos, ya que en aquel tiempo los filisteos dominaban Israel.”

     

    Los padres después de que Sansón les dijera esto estaban muy sorprendidos de la decisión y de la forma de pensar de su hijo. Quería una esposa que era del pueblo de adoradores paganos que iban en contra de la Ley de Dios. Sus padres, evidentemente, objetaron, aunque su hijo insistió, ya que era la voluntad última de Jehová.

     

    Claro, los padres cristianos deben establecer una serie de límites en sus hijos para que hagan todo de acuerdo como Dios quiere. También deben controlar sus actividades y la forma en la que emplean y gastan su tiempo, cuanto más tiempo pasen en el servicio a Dios mucho mejor. Aunque también deben ser flexibles, razonables y ser consciente que pueden estar siendo muy exigentes con sus hijos que al final, con edades tempranas, lo único que quieren es divertirse.

     

    Lo cual no está nada mal, siempre que sea un disfrute sano. De hecho, la organización tiene disponible como vemos en la imagen múltiples herramientas para que sus hijos aprendan sobre Dios al mismo tiempo que se divierten. Por ejemplo, los dibujos animados de Sofía y Caleb. Aplicaciones para aprender idiomas de forma sencilla a la vez que aprenden de la Biblia, incluso juegos bíblicos.

     

    Enseñar a nuestros hijos no es una tarea fácil en este sistema de cosas. Y al final, cuando sean mayores de edad tienen que ser ellos quienes decidan o no servir a Dios. Sea cual sea su decisión, como padres debemos de dar lo máximo para que la mente de nuestros hijos esté bien construida en pilares bíblicos que les permita diferenciar lo que ofrece este mundo de Satanás con lo que ofrece Jehová y su pueblo.

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