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    SJ
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    Revisita de 4 minutos. Con las ideas para conversar y en la que se ofrece el folleto Disfrute de la vida para siempre y comience un curso bíblico.

     

    La lección a trabajar es la 20 con el tema: “Hacer una buena conclusión” y para ello sería bueno que enlacemos el principio de la conversación con el final, motivar a nuestros oyentes y hacer una conclusión sencilla y breve.

     

    (P) Buenos días Manuel. ¿Cómo estás? Me alegra que podamos volver a hablar.

     

    (A) Buenos días Alberto. A mi también, yo estoy bien, ¿cómo estás tú?

     

    (P) Me alegro, yo bien Manuel. ¿Recuerdas la pregunta que dejamos pendiente o lo que dijimos que hablaríamos hoy?

     

    (A) Sí. Me ibas a responder cuáles son las promesas de la Biblia que nos dan esperanza en un mundo como el de hoy.

     

    (B) Exactamente, Manuel. Y qué tan necesaria es tener esperanza hoy día con todo lo que vemos…

     

    (A) La verdad es que sí. Todo el sufrimiento que vemos en las noticias y que sufrimos nosotros mismos, todos los problemas que tenemos… da poco lugar a la esperanza de algo mejor la verdad, y más con esta pandemia… cuando parece que se va acabar surge una nueva cepa… ¿hasta cuando Alberto?

     

    (B) Hasta no dentro de mucho… dentro de poco, todo lo que conocemos como bien has dicho, ni lo recordaremos… ¿a qué es difícil de imaginar?

     

    (A) Un poco sí.

     

    (B) Pues mira lo que dice la Biblia, que me gustaría que lo leyeras tú mismo aquí, en este texto bíblico… Apocalipsis 21:3,4.

     

    (A) Vale, dice… “Luego oí una voz fuerte que salía del trono y decía: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad. Él residirá con ellos y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Y les secará toda lágrima de sus ojos, y la muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor. Las cosas anteriores han desaparecido”.

     

    (B) ¿No es impresionante este texto, Manuel? La tienda de Dios está con nosotros. Y nos secará toda lágrima de nuestros ojos, no existirá la muerte, no habrá dolor, ni llantos, ni tristeza…

     

    (A) Nada más leerlo pone los pelos de punta Alberto. Pero, para que todo esto pase… tienen que haber muchos cambios… ósea, no habrá guerras, ni problemas sociales, ni enfermedades…

     

    (B) Ni pandemias como esta. Como dice el texto, todas las cosas anteriores que conocíamos habrán pasado, no las sufriremos nunca más sino que empezaremos realmente a vivir una buena vida…

     

    (A) Y todo esto como será posible, Alberto. Yo no tengo la misma fe que tú, así que me cuesta más creerme todo esto…

     

    (B) Lo sé Manual, a mi también me costó en un principio… y como bien dices, la fe no es algo con lo que se nace sino que hay que ir construyéndola y fortaleciéndola… tu imagínate a una persona que va a correr una larga maratón de muchos kilómetros… y te dice que la va a ganar… ¿qué piensas?

     

    (A) Bueno, pues no lo sé, sinceramente creo que no será fácil y dudo que lo tenga tan claro…

     

    (B) Exacto. Pero ahora vas conociendo a esta persona, sales con él y ves la forma en la que entrena, ves los kilómetros que recorre para prepararse, su alimentación, etc. ¿Cómo lo verías ahora?

     

    (A) Pues al final puede que consiga ganarlo… si se esfuerza tanto y entrena tan bien…

     

    (B) Algo parecido es como debemos entrenar nuestra fe. No se consigue de un día para otro, es como un largo maratón de conocimiento bíblico. A cada paso que das, a cada día que pasa y comparas el conocimiento que vas adquiriendo con los sucesos actuales te vas dando cuenta que lo que dice la Biblia es verdad… y tu fe se va preparando para esta esperanza que nos promete la Biblia.

     

    (A) Me has convencido Alberto, al menos por ahora. ¿Y cómo estudio la Biblia para tener esta fe y saber que se está cumpliendo lo que dice?

     

    (B) Con ayuda Manuel. Leer la Biblia solo puede ser abrumador y no comprender cosas importantes. Por eso tengo conmigo este folleto Disfrute de la Vida para siempre, que me gustaría dejarte. Es más, me gustaría que lo leyéramos juntos así vas conociendo lo que dice la Biblia del futuro.

     

    (A) Sí, me parece interesante… Alberto, pasa… no te quedes ahí en la puerta… siéntate… Explícame mejor sobre de qué va este folleto…

     

    (B) Si quieres Manuel, tengo tiempo para leer un poco de él, ¿empezamos?

     

    (A) Sí, adelante…

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