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    La Atalaya, artículo 43: “¡No se rinda!”

     

    Texto temático, Gálatas 6:9: “No dejemos de hacer lo que está bien”

     

    1. ¿Por qué nos sentimos felices y orgullosos los testigos de Jehová?

     

    Nos sentimos orgullosos porque portamos el nombre de Dios y así lo demostramos a las personas con nuestro comportamiento pública. Por medio de la predicación enseñamos de Él y honramos su nombre, además que esto nos aporta grandes experiencias y ayudamos a las personas a acercarse a Jehová.

     

    1. ¿Cómo demostramos que la predicación es algo muy importante para nosotros?

     

    Demostramos que la predicación es importante para nosotros respetándolas profundamente. Para ello nos comportamos de una forma que honre a Jehová y nos preparamos bien para poder llevar su mensaje y ayudar a las personas a que les llegue al corazón por medio de la ayuda en oración a Dios.

     

    1. ¿Cuál podría ser la reacción de las personas al mensaje del Reino, y qué ejemplo lo demuestra?

     

    Podemos estar acostumbrados a que muestre poco interés o ninguno por el mensaje que transmitimos. Pero esto no nos debe desanimar, como no lo hizo con el hermano Georg que tras predicar por toda Islandia durante casi 20 años nadie se hizo testigo. Tal como el hermano, seguiremos perseverando en nuestra predicación.

     

    1. ¿Cómo puede que nos sintamos cuando las personas rechazan nuestro mensaje?

     

    1) Podemos sentirnos desilusionados como Pablo que tenía una gran tristeza y dolor constante. Ya sea porque no nos escuchan o porque nuestro estudio bíblico decide dejarlo. No debemos sentirnos culpables de ello, es la persona quién toma una decisión. Nosotros hemos de plantar la semilla y es Dios quién la hará germinar.

     

    2) Como sabemos que estas circunstancias causan desilusión y afecta a muchos hermanos y hermanas, durante este estudio de La Atalaya responderemos dos preguntas: 1) ¿cómo sabemos si nuestro ministerio es un éxito? y 2) ¿qué expectativas realistas deberíamos tener?

     

     

    ¿Cómo sabemos si nuestro ministerio es un éxito?

     

    1. ¿Por qué lo que hacemos para Jehová no siempre da los resultados que habíamos esperado?

     

    Hemos de recordar que vivimos en el sistema de Satanás, que somos imperfectos al igual que las personas y que es una vida llena de problemas como dice Job 14:1. Y además, puede que nos enfrentemos a grandes enemigos que nos quiten la libertad para hablar sobre Jehová. Por lo que son muchos factores por los que podemos sentir que no estamos teniendo éxito, pero Jehová mide este éxito de forma diferente como veremos.

     

    1. ¿Cómo mide Jehová el éxito de nuestro ministerio?

     

    1) Jehová mide el éxito con justicia como dice Hebreos 6:10. Por lo que no sería justo que midiera nuestro éxito por causas ajenas como la decisión de una persona imperfecta de aceptar el mensaje. Jehová valora, como vemos en la imagen, nuestro esfuerzo, ilusión y amor por siempre hacer su voluntad ya sea en persona, por carta o por teléfono.

     

    2) Todo el trabajo que hacemos para Jehová que salga de nuestro corazón sincero no será en vano como dice 1 Corintios 15:58. Y aunque las personas nos rechacen una vez tras vez, esto también lo valora mucho Jehová. Aunque pensemos que no, estamos teniendo éxito, porque estamos fortaleciendo nuestro aguante que a pesar de la negativa de las personas seguimos perseverando.

     

    1. ¿Qué aprendemos de lo que el apóstol Pablo dijo sobre su ministerio?

     

    Tal como dijo Pablo en 2 Corintios 11:23: “Yo he trabajo más”. Esto no es una cuestión de números, de cuántos estudios tengo o he dirigido, de cuántas personas he llevado al bautismo, de cuántas horas hago, de cuántas publicaciones dejo. Si lo analizamos así, estamos cometiendo un grave error. La óptica correcta es dar lo mejor de nosotros dadas nuestras circunstancias personales como hizo Pablo, esto es lo que valora Jehová.

     

    1. ¿Qué debemos recordar sobre nuestro ministerio?

     

    Debemos recordar que nuestro ministerio complace a Jehová. Tenemos que estar felices por nuestro ministerio como en el ejemplo de Jesús. Sea cuál sea las experiencias que tengamos en el ministerio, estamos llevando el nombre de Dios a las personas y por esto tenemos que estar felices, por hacer la voluntad de Jehová, Él se complace al ver nuestros esfuerzos.

     

    1. Según Gálatas 6:7-9, ¿cuál será el resultado si no dejamos de predicar?

     

    El resultado que tendremos si no dejamos de hacer la voluntad de Jehová es la vida eterna que tanto deseamos. Queremos que el mayor número de personas también tengan este resultado, pero es decisión personal de ellas y no podemos influir en su decisión. Sin embargo, nosotros con nuestro esfuerzo estaremos pensando en el espíritu y sembrando nuestros frutos futuros.

     

    ¿Qué expectativas realistas deberíamos tener?

     

    1. ¿De qué depende la reacción de las personas a nuestro mensaje?

     

    En la parábola de Jesús de Lucas 8:5-8 dice que de todas las semillas que cayeron al suelo, solo crecieron las que estaban en una buena tierra. El mensaje bíblico se lo transmitimos a muchas personas, pero tal como enseñó Jesús, solo fructificará en una buena tierra, en buenos corazones que estén dispuestos a aceptar la verdad. Si el corazón de la persona no está preparado para escuchar la verdad, por muchos esfuerzos que hagamos, no germinará esta semilla.

     

    1. ¿Por qué podemos decir que Noé tuvo éxito como “predicador de justicia”?

     

    Noé es un claro ejemplo de lucha, constancia, perseverancia y esfuerzo. Nadie le escuchó durante décadas, es más, lo llamaron loco como poco. Y al final solo se salvó Él y su familia junto a los animales como vemos en la imagen. Nuestro deber es ser un predicador de justicia como Noé y seguir perseverando, y será Jehová quién decida el resultado final.

     

    1. ¿Qué hizo Jeremías para disfrutar la predicación pese a la indiferencia y la oposición de la gente?

     

    Jeremías estuvo a punto de dejarlo, pero no se rindió. Puede que en ocasiones de bajón emocional podamos estar como Jeremías. Pero pensemos en lo que le ayudó a él: 1) está llevando un mensaje de buenas noticias sobre un futuro mejor y una esperanza, y 2) fue elegido por Jehová para portar su nombre. ¿Qué mayor honor puede haber? Nosotros también compartimos este honor y este mensaje, así que no nos rindamos.

     

    1. ¿Qué nos enseña la parábola de Jesús que leemos en Marcos 4:26-29?

     

    En esta parábola Jesús nos enseñó otro caso que es posible. Que tengamos un estudiante con cierto interés en la Biblia pero que sus avances son muy lentos. Debemos de ser pacientes porque el progreso que podemos querer no se va a producir del día a la mañana, sino poco a poco. Y esto puede ser semanas, meses o años hasta que veamos el fruto.

     

    1. ¿Qué ejemplo muestra que puede pasar un buen tiempo antes de que las personas nos empiecen a escuchar?

     

    Tenemos el ejemplo de Gladys y Ruby Allen que en 1959 las mandaron de precursoras regulares a una provincia de la ciudad de Quebec, donde la gente tenía temor a los sacerdotes de la Iglesia y a lo que la gente decía así que no las escuchaban. Ellas recuerdan que predicaron de puerta en puerta 8 horas al día durante dos años sin que nadie las escucharan pero dicen que no se dieron por vencidas y con el tiempo la actitud de la gente se suavizó mucho el territorio empezó a ser más productivo. Esto nos muestra que aunque nadie nos escuche no debemos darnos por vencidos, sino seguir intentándolo.

     

    1. ¿Qué nos enseña 1 Corintios 3:6, 7 sobre la obra de hacer discípulos?

     

    Este texto nos enseña que la labor de hacer discípulos es un trabajo en equipo. Puede que un publicador le deje alguna publicación a una persona que ha mostrado interés pero se da cuenta de que por su horario no puede volver a visitar a esa persona así que pide ayuda a otro publicador que inicia un curso bíblico con la persona e invita a distintos hermanos a que lo acompañen y cada hermano ayuda o anima de alguna manera la estudiante. Cada publicador ayuda a regar la semilla de la verdad, por eso el sembrador y el cosechador pueden alegrarse juntos.

     

    1. Aunque a usted le fallen las fuerzas o la salud, ¿por qué puede sentirse feliz con lo que hace en el ministerio?

     

    En 1 de Samuel 30:21-25 se habla sobre cuando David y sus hombres derrotaron a una banda de saqueadores y amalequitas, y allí vemos que habían 200 hombres que estaba demasiado cansados para pelear así que se quedaron vigilando las pertenencias y cuando acabó la batalla David dijo que el botín se repartiría entre todos por igual. Hoy día pasa algo parecido en la obra que llevamos a cabo, todos le damos a Jehová lo mejor que tenemos así que podemos alegrarnos por igual cada vez que una persona acepta el mensaje.

     

    1. ¿Por qué podemos darle gracias a Jehová?

     

    Porque él valora con mucho amor el servicio que le damos y sabe que no depende de nosotros el resultado de nuestros esfuerzos pero se fija en nuestro duro trabajo y en el amor que le ponemos y podemos tener claro que nos dará su aprobación si no nos rendimos.

     

    Preguntas de repaso, ¿qué respondería?

     

    ¿Cómo puede que nos sintamos cuando las personas rechazan nuestro mensaje?

     

    Podemos sentirnos desilusionados y perder nuestras fuerzas y energías. Pero recordemos que la decisión de que una persona estudie o no la Biblia depende de su corazón y no del nuestro. Jehová valora nuestros esfuerzos, no el resultado que provendrá directamente de Él.

     

    ¿Cómo sabemos si nuestro ministerio es un éxito?

     

    Sabemos que nuestro ministerio tiene éxito cuando damos lo mejor de nosotros dadas nuestras circunstancias personales. Jehová valora todo lo que le damos, y valora mucho nuestros esfuerzos y el cómo nos sobreponemos a la adversidad y a la negativa de las personas a escuchar el mensaje bíblico.

     

    ¿Por qué no debemos darle demasiada importancia a cuántas personas hemos llevado personalmente al bautismo?

     

    1) Por que esto no es lo que valora Jehová. Jehová valora nuestro trabajo, tal como dijo Pablo: “Yo he trabajado más”. Jehová no mide el éxito en cuestión de números, sino ve nuestro corazón y el esfuerzo sincero que hacemos por servirle en todos los campos de nuestro ministerio.

     

    2) Porque la obra de hacer discípulos es un trabajo en equipo así que debemos de alegrarnos por cada persona que decide aceptar el mensaje de Dios aunque no la hayamos llevado nosotros al bautismo.

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