De manera cordial, me dirijo a usted con la finalidad de ser una fuente de alivio ante lo que ha ocurrido.

Mi nombre es Alberto y soy un vecino de la comunidad quién ha visto muy de cerca y también está sufriendo las consecuencias de este desastre natural

Cuando ocurren cosas así, nos rondan muchas preguntas en la mente. ¿Por qué a mí? ¿Por qué ahora? ¿Por qué tuvo que ocurrir algo así? ¿Ahora qué pasará? Sin duda, son momentos muy difíciles y de mucha incertidumbre.

No tengo las respuestas a esas preguntas, que hasta yo mismo me las hago. Pero si sé dónde encontrarlas, y esto me ayuda mucho personalmente y me alivia.

A todos nos puede afectar un desastre natural cuando menos lo esperamos. La Biblia, es mi sitio seguro, y a él acudo para buscar las respuestas a las preguntas que yo también me hago. Y con lo que está ocurriendo, he recordado las palabras que se encuentran en Isaías 63:9. Se las cito:

“Durante todas sus angustias (…) (Él) los salvó. En su amor y compasión, él los recompró, y los levantó y los sostuvo todos los días de tiempos pasados”. Isaías 63:9.

No estamos acostumbrados a ver este tipo de desastre natural, y mucho menos que nos afecte a nosotros directamente, pero todo puede ocurrir, y ha ocurrido. Cada vez vemos más en el mundo cómo ocurren diferentes tipos de catástrofes.

Sin embargo, como dice la Biblia, si confiamos en Dios, él nos sostendrá todos los días de nuestra vida hasta que vengan tiempos mejores.

Espero que esta carta y su pensamiento bíblico le ayude, tal como me ha ayudado a mi. Aunque no nos conocemos directamente, este desastre nos ha afectado a ambos y puede contactar conmigo para ayudarnos en lo que sea, así como reflexionar en cómo nos ayuda la Biblia a darnos el estímulo y fuerza que necesitamos para continuar adelante.

Saludos cordiales,

Alberto

Carta 1 sobre desastres naturales