PRIMERA CONVERSACIÓN Semana del 26 al 2 de Julio 2023 – 3 MIN
Lección Nº 3: Hacer preguntas.
Texto: Romanos 15:4.
Marco de Circunstancias: Predicando de casa en casa.
A – Buenas tardes, mi nombre es Alberto y puede que no me conozca aunque vivo aquí en la comunidad y estaba hablando con los vecinos, si me permites…
B – Bueno Alberto, si es breve, capaz le puede atender…
A – ¿cómo se llama?
B – Ismael.
A – Muy bien Ismael, como podrás observar, llevo conmigo la Biblia y es que soy testigo de Jehová… seguro que nos conoces y no sé si sueles atendernos cuando tocamos a las puertas…
B – Pues la verdad es que no suelo hacerlo, pero como he dicho, si es breve, quizás esta vez le puedo escuchar…
A – Genial, ¿nos sueles ver por este territorio hablando con los vecinos?
B – Sí, lo cierto es que sí, y para ser francos, les suelo evitar…
A – Agradezco la sinceridad y no se preocupe, estamos acostumbrados… pero me permite preguntarle algo… ¿por qué cree que los testigos de Jehová hacemos esto?
B – Pues como en todas las religiones supongo… estáis como reclutando gente para vuestra Iglesia…
A – ¿Sabe lo que dice la Biblia del pueblo de Dios en comparación con el mundo?
B – Entiendo que dirá muchas cosas…
A – Una de ellas, es que nos dice que sería una minoría y que solo unos pocos escucharían a Dios… entonces, ¿por qué cree que estas personas que dicen ser testigos de Jehová se empeñan día sí y día también en hablar con las personas aunque no nos quieran escuchar si la Biblia ya nos dice que esto pasaría?
B – ¿Por dinero?
A – Lo cierto es que no, no nos movemos por dinero, de hecho esta obra la hacemos de forma altruista y amorosa por Dios y lo mismo ocurre con los recursos con los que podemos hacer llegar la información a las personas… no es una cuestión de dinero, entonces, ¿de qué puede ser Ismael?
B – Pues la verdad es que nunca he hablado de esto con ningún testigo…
A – ¿Qué piensa usted de la Biblia?
B – Que es un libro antiguo que supuestamente fue escrito o dice lo que dijo Dios… pero hoy día no sirve de mucho…
A – Es cierto en parte, déjeme leerle un texto, Romanos 15:4: “Porque todas las cosas que fueron escritas anteriormente fueron escritas para nuestra enseñanza, para que mediante nuestro aguante y el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza”… ¿Para quién fue escrita la Biblia?
B – ¿Para mí? ¿Y qué se supone que me va a enseñar?
A – ¿Sabía que la Biblia decía que el pueblo de Dios sería una minoría?
B – No.
A – Pues podríamos decir que ya le ha enseñado algo… aunque me dirás, ¿de qué le sirve no? La realidad es que hay otras muchas cosas que nos dice que nos puede ayudar en la vida, y promesas que nos hace, algunas de ellas que ya se ha cumplido, que son para nuestro beneficio presente y futuro… al inicio de esta conversación me dijo que has hablado de temas que no habías hecho antes con otro testigo… ¿me da una oportunidad de seguir hablando de forma breve la próxima semana y le aseguro que veremos otro tema que seguro no has tocado?
B – Cumpliste con tu palabra de ser breve, y es cierto que me has contado algo diferente a lo que no sabía… así que le vuelvo a tomar la palabra, ¿qué me va a decir la próxima vez?
A – Le diré y le mencionaré unas promesas que le darán mucha esperanza aunque no crea mucho en la Biblia…
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